martes, 21 de abril de 2020

CHARLANDO CON...

¡Hoy tenemos invitada especial!

Como ya os comenté en la primera entrada del blog, vamos a tener invitados especiales que nos van a aportar información súper interesante para el cuidado y bienestar de la piel.

En esta ocasión nos acompaña Cinthya González García, Psicóloga Sanitaria especializada en
ansiedad y estrés, inteligencia emocional y trastornos de comportamiento alimentario.

Todos estos factores son suuuper importantes y por lo general van de la mano de muchas de las afecciones de la piel que sufrimos, tanto las personas con pieles atópicas o sensibles, como las que no sufren ningún tipo de enfermedad crónica de la misma.
¿Cómo es posible que estos factores estén tan ligados? Nuestra invitada nos despeja estas dudas:

¿Qué es la psicosomática y a qué haces referencia cuando hablas de ella?
La psicosomática estudia todas las alteraciones físicas que tienen alguna relación con factores psicológicos, que pueden afectar en la aparición, en el mantenimiento o que afectan a la evolución de lo físico. En la psicosomática, la medicina tiene parcialmente una respuesta al síntoma pero quizás no completamente.
Con ésta definición prácticamente todas las enfermedades o síntomas físicos serían psicosomáticos porque ¿Cómo no va a afectar nuestro estado mental al manejo de lo corporal? Por ejemplo, estar deprimido y tener una contractura puede hacer que no tengas ganas de ir al fisioterapeuta, empeorándola; o en el caso de la piel, tener un brote y sentir que no merece la pena cuidarte puede hacer que te aísles y no te cuides de la mejor manera, alargándolo e intensificándolo.
Sin embargo, la somatización va a estar más relacionada con esos síntomas físicos, detrás de los cuales la causa es lo psicológico, y además medicamente puede que no haya un daño claro o no se vea una causa objetiva. Aquí nos referimos a la forma en que el cuerpo expresa el malestar de la mente en forma de dolor o enfermedad, por ejemplo dolores de cabeza, alteraciones de la piel o gastrointestinales o incluso arritmias.
Éstas son dos formas en las que lo psicológico puede afectar a tu salud física, la psicosomática es más amplia, y la somatización es más concreta.

¿Cómo se relacionan la ansiedad, el estrés y una mala alimentación con las afecciones de la piel?
Cuando hablamos de ansiedad, tristeza o estrés nos referimos al fin y al cabo a cualquier alteración emocional, que aunque forma parte de nuestra vida, puede causarnos sufrimiento. Imagina uno de esos días donde te ha salido todo mal y al final del día encima te duele la cabeza... ¿Cómo puede ser eso?
Precisamente porque mente y cuerpo trabajan juntos, si tu mente interpreta que hay una amenaza, va a poner al cuerpo a funcionar a través de hormonas (adrenalina, cortisol...) que afectan al sistema inmune y al sistema nervioso, activándolo o suprimiéndolo. Ese movimiento mental tiene un efecto de movimiento corporal, y cuando ese movimiento mental es constante o lleva toda una vida contigo... el cuerpo no puede aguantarlo y aparecen síntomas problemáticos, cronificándose ya, como una enfermedad médica. El sistema inmunológico tiene un límite, y cuando la ansiedad aparece lo altera, provocando que incluso se ataque a sí mismo para defenderse. Es como tener un motor constantemente encendido, si no te falla la gasolina al final fallará alguna pieza, y cada uno tiene una pieza más vulnerable.
Si en tu caso la pieza "vulnerable" es la piel, quizás signifique que tu daño emocional es muy fuerte o lo llevas contigo desde hace mucho tiempo. La somatización es una forma muy útil corporalmente de soltar la tensión que la mente genera (así no estamos tan atentos a lo emocional porque el daño es físico) y la piel es la última barrera de lo físico, algo muy visible para los demás, es casi como pedir "que vean que necesito ayuda".
Una vez que la somatización se ha instaurado (afecciones de la piel en este caso), entra en juego la psicosomática, es decir, todo lo que hagas para manejar tu estado mental y físico, y ahí puedes mejorarlo o empeorarlo.
Cuando tienes ansiedad ¿te sigues cuidando la piel con cremas y limpiezas? ¿Caes en una peor alimentación? ¿Dejas de hacer ejercicio? ¿Dejas de hacer aquellas actividades que te gustan? ¿Te juntas con personas que en realidad te dañan? Todo esto hará que tu sistema inmunológico y sistema nervioso funcionen peor, y si a eso le sumas que tu mente se siente aún más amenazada...se lo pones fácil a un brote.
Esto puede ocurrirnos a cualquiera, todos tenemos nuestro órgano más vulnerable, y por tanto, manejar ese equilibrio mente-cuerpo es muy importante para no generarnos un daño mayor. Habrá quienes tiendan más a lo gastrointestinal o a cefaleas pero, ¿A quién no se le seca la piel con el estrés? ¿Cuántos hemos tenido una calentura en la boca por nervios?¿Cuántas estamos más sensibles con la menstruación y nos salen granitos? Todos somos susceptibles a somatizar a través de la piel, tener o no el diagnóstico de Piel Atópica no cambia el hecho de que puedas verte afectadx. Las alteraciones de la piel relacionadas con lo emocional pueden ser rosácea, acné, psoriasis, dermatitis, eccema, hiperhidrosis...
Estar atentx a nuestros estados emocionales o circunstancias que nos rodean en el presente, o incluso a nuestra biografía puede servir para prevenir que un brote sea devastador.

Ante un paciente que sufre un episodio de brote de la piel tras un cuadro de estrés/ansiedad ¿qué tratamiento le recomendarías? Para empezar a manejar mejor un brote de la piel, sobre todo si has empezado a observar que se relaciona con una alteración emocional te recomiendo estos tips:
1. Acepta que tu cuerpo te está avisando de que algo no marcha bien y deja de buscar en tu piel la respuesta, búscala en tí. Pregúntate y háblate ¿qué te puede estar pasando?

2. Practica técnicas de relajación breves (son 2 minutos) y más profundas cuando sean épocas difíciles (escaneo corporal, relajación con imaginación...)

3. Practica deporte, es una forma de liberar tensiones acumuladas mucho más saludable que "cocerte" en tus jugos estresantes y además genera endorfinas. En este sentido sirve cualquier que te guste: bailar, yoga, gimnasio, correr, boxeo...

4. Aliméntate saludablemente e hidrátate, evita grasas poco saludables, azúcares, harinas refinadas y el alcohol. Esto no significa que hagas dieta, sencillamente que te alimentes con calidad y con los nutrientes que cualquier cuerpo necesita para funcionar (verdura, legumbre,proteína, hidratos integrales...). La mala alimentación se relaciona con peores estados emocionales así que ten en cuenta cuidar de tu cuerpo para ponérselo más fácil, cuídalo para que te cuide a tí.

5. Expresa lo que te ocurra a nivel emocional con personas cercanas o con actividades como escribir, dibujar, bailar...

6. Busca ayuda de un profesional de la psicología para detectar si hay algo en lo que puedas mejorar y eso mejorará los brotes, la medicación como los ansiolíticos puede ayudar pero no será definitivo. La terapia psicológica (cognitivo-conductal, gestalt, integradora) ha demostrado que es efectiva para mejorar los síntomas de las somatizaciones.

7. Y por supuesto cuida tu piel, sigue los consejos que encontrarás en otras entradas del blog como:
Rutina de limpieza de rostro o Cuarentena: rutina casera de cuidado de la piel.

En definitiva, no se trata solo de un problema físico, muchos de los síntomas que aparecen en tu piel pueden mejorar, pero hay que ampliar el foco y mirarte como un todo completo, mente y cuerpo.

Cinthya González García.
Psicóloga Sanitaria M-27842
Aure Psicología.


Como veis, el cuidado de la piel no solo consiste en aplicarse cremas y más cremas, si no que además debemos cuidar y mi mimar también nuestra estabilidad mental y emocional, así como nuestra alimentación, para un resultado óptimo.

Por aquí os dejo el contacto de Cinthya, tanto web como canal de youtube y cuenta de Instagram para que le echéis un vistazo y podáis estar al día de todas sus publicaciones porque son muy interesantes y necesarias:

Instagram: AurePsicologia
Web: www.aurepsicologia.com
Contacto: cinthyagongar@gmail.com


¿Sabías lo importante que es mantener en armonía cuerpo y mente?
¿Te ha quedado alguna duda?
¡Deja tu comentario para poder resolverlas!

lunes, 6 de abril de 2020

CUARENTENA: RUTINA CASERA DE CUIDADO DE LA PIEL

¿Qué tal estáis? ¿Cómo estáis llevando estos días de cuarentena?

Espero sinceramente que todo esté bien y lo estéis llevando lo mejor posible.

Hoy os traigo una publicación especial para esta cuarentena. Se trata de una rutina de cuidado de la piel algo diferente, ya que está creada especialmente para estos días, con productos que podemos encontrar fácilmente en casa o en el supermercado (si, si, has leído bien).

La rutina consta de dos partes: la primera parte es una exfoliación profunda pero gratificante y la segunda una bomba de hidratación, con un apartado extra de peel-off, opcional.

PRODUCTOS:

• Aceite de coco 100% de Hacendado
• Café molido
• Gel de Aloe Vera refrescante de Deliplus
• Aceite de Jojoba de Arganour (se puede sustituir por cualquier otro aceite hidratante, como aceite de rosa mosqueta o incluso aceite de oliva)
• Mascarilla Peel-off para puntos negros de Sephora



PRIMERA PARTE:

Mezclaremos el aceite de coco (a temperatura ambiente) con el café molido en un bol y a continuación lo aplicaremos en nuestro rostro. Masajearemos suavemente haciendo más hincapié en las zonas que queramos exfoliar en profundidad. Una vez terminada la exfoliación, con una manopla o una toalla y agua tibia, retiraremos los granos de café y el exceso de aceite. ¿Por qué solo con agua? Porque así conseguimos retirar el exceso pero dejando el residuo de aceite que nos aportará parte de hidratación.
Podemos sustituir en esta parte el aceite de coco por miel calentada. 
Los granos de café por si solos o mezclados con otros productos menos untuosos pueden resultar algo agresivos para nuestra piel. Por eso yo recomiendo este aceite de coco, por su textura, o la miel.

SEGUNDA PARTE:

Aplicaremos en la zona de la nariz (en mi caso solo lo aplico en esta zona, pero puedes subir hasta cubrir toda la zona T e incluso la zona del mentón) la mascarilla peel-off para puntos negros.
En un bol, mezclaremos el gel de aloe vera, una parte del aceite de coco y unas gotas del aceite de jojoba (o cualquier aceite hidratante que tengas como os indico arriba) y lo aplicaremos en cantidades generosas por todas las partes del rostro que hayan quedado libres de la mascarilla peel-off, evitando siempre la zona del contorno de los ojos para prevenir irritaciones y los labios.
Ahora nos toca esperar unos 20 minutos aproximadamente (o el tiempo que tarde en endurecerse las mascarilla de la nariz). A continuación despegaremos el peel-off y, al igual que en el apartado anterior, con una manopla o toalla y agua tibia, retiraremos la mezcla del rostro.

Os dejo por aquí el vídeo del paso a paso:




Y ¡Voilà! Ya tenemos nuestra piel cuidada y super hidratada.

Ahora te toca a ti probarlo... ¡y me cuentas qué tal!



NOTAS Y RECOMENDACIONES:
- Al terminar estos dos pasos se pueden (o deben) aplicar los productos de nuestra rutina habitual (crema, serum, etc)
- Si guardamos el gel de aloe vera en el frigorífico, conseguiremos que además de hidratación tenga efecto descongestionante para el rostro.
- Aplica una cantidad muy generosa de bálsamo labial para completar este tratamiento.
- Puedes acompañar la espera con una infusión y un poco de música relajante para que la sensación de bienestar sea todavía más satisfactoria.
- Si al acabar tomas una ducha o baño caliente tendrás una sensación completa revitalizante y de relajación máxima.


¿Qué productos caseros has podido incluir estos días en tu rutina?
¿Has puesto a prueba esta rutina?
¡Cuéntanos tu experiencia!
¡Empezando la semana con buena piel!